mi verga a mil, por culpa de mi compañera de trabajo que me tiene muy caliente, mide ciento sesenta aproximadamente, tiene la boca más sensual que he visto, tiene un trasero, que cuando lo miro me entran ganas de horadarlo, las tetas grandes y riquísimas y lo mejor, sabe lo que tiene y lo sabe lucir, asimismo es muy caliente y nos veníamos calentando cada día, por messenger me afirmaba todo cuanto me haría en la noche del viernes, me contaba sus fantasías y las mías, deseábamos cumplirlas todas y cada una ese día.

El solo hecho de meditar en nuestra gran noche o bien verla y mi verga se paraba de manera instantánea, todo el primer día de la semana nos calentamos, me tocó hacerme la paja en el baño, estaba que no podía, fue una enorme paja, todos y cada uno de los días de la semana planeamos la enorme noche, no trabajamos, solo chateábamos y nos afirmábamos lo que haríamos, me afirmaba que sería mi puta, que solo debería solicitar que solo deseaba satisfacer mis deseos, en el momento en que nos veíamos en la oficina nuestros ojos irradiaban deseo,

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Llegó el enorme día, todo preparado, tan rica o bien más rica que de costumbre, llegó a la oficina prácticamente a las nueve, mas desde ese instante comenzamos a calentarnos, al fin había llegado el enorme día, al fin tendría lo que siempre y en toda circunstancia deseé, una puta, se quería transformar en mi puta privada, no lo creía. Habíamos acordado que traería una cámara digital con vídeo ese día, estaba tan deseoso que ya antes del medio día le solicité una fotografía de la chocha y de las tetas, se fue al baño y los tomó, la muy puta ya me comenzaba a entregar gusto en lo que le solicitaba, me obsequió múltiples vídeos de las tetas, masajeándolas y de la chocha metiéndose el dedo, me puso a mil eso, mi verga deseaba estar en esa boca ya, le solicité que se quitara el sostén y se fuera sin él, lo hizo, cuando le vi las tetas prácticamente al aire, me provocó sacárselas y chupárselas, mas estando en la oficina tocaba disimular prácticamente no llega ese gran día, realmente esa gran puta sería mi fantasía hecha realidad.

Yo tenía todo fríamente calculado, el lugar, solo me faltaba confirmar que existiese, deseábamos comenzar en una tasca obscura, en la que pudiésemos toquetearnos, tomar y calentarnos hasta más no poder, salí primero de la oficina mi verga estaba deseosa, nos pusimos una cita, mas prácticamente no llega al lugar de encuentro, ya todo estaba listo, el lugar todavía existía, sabía que estaba allá, mas no había entrado, al fin llegó, creí que me dejaría con las ganas, 15 minutos de espera fueron eternos, nos hallamos en un lugar oculto y con todo cerca, creo que cuando vio la tasca, se atemorizó, mas cuando entró creo se sintió más cómoda, nos dieron cabina separada, no pensaba que existiesen cosas de esta manera, solicitamos ron, deseábamos calentarnos hasta no más.

Nos llevaron el trago y al fin pude tener esos grandes y exquisitos labios a mi predisposición, y lo que me imaginaba que podían hacer con mi verga, puso mi verga a mil, comenzamos a besarnos exquisito, como sabía que no tenía sostén, le saqué las tetas y se las comencé a chupetear mientras que mi dedo se deslizaba cara la chocha que me quería comer, bajé la cremallera, (le rompí la cremallera), tenía medias veladas y eso molestaba, la muy puta deseaba como fuera sentirse penetrada, se bajó las medias y las tanguitas, metí mi dedo y comencé a masturbarla, sentía sus gemidos, riquísimos, esa chocha esta jugosísima, mi verga estaba que se salía del pantaloncillo, comenzó a masajearla y yo a meterle el dedo más profundo, siempre y en toda circunstancia estando pendiente de la puerta, tuvo su primer clímax con mi dedo adentro.

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